lunes, 4 de abril de 2011

Fukushima y la energía nuclear

Pasadas ya tres semanas del terremoto de 9 en la escala Ritcher que sacudió el este de Japón e inició un problema nuclear, es el momento de, en frío, analizar la situación y abrir el debate sobre la energía nuclear.

Como todos sabemos por diferentes medios, la central sufrió el mayor terremoto de la historia de Japón y minutos después el correspondiente tsunami.
Al producirse el terremoto la central entró en parada de emergencia, por lo que al perder también la conexión con la red eléctrica se pusieron en marcha los generadores diésel encargados de dotar de energía a los sistemas de refrigeración. Entonces llegó el tsunami que arrasó los generadores y se pusieron en marcha las baterías de emergencia, pero éstas sólo están capacitadas para suministrar electricidad durante unas pocas horas. Dado que cuando se agotaron no se había podido restaurar la conexión a la red y los generadores diésel estaban destruidos empezaron los problemas.
Se tenía la oportunidad de inyectar agua de mar directamente para refrigerar la central, lo que la inutilizaría de cara al futuro, pero se perdió un valioso tiempo al intentar salvar la central, cosa imposible. Así, cuando vieron que no podría ser recuperada era demasiado tarde.

Como decía el título de un artículo de El País: "El problema de Fukushima es Fukushima".
La central está construida a escasos metros de la costa y los generadores diésel se encuentran entre ella y el mar semienterrados, por lo que son un blanco fácil. Encontrándose en una costa propensa a los tsunamis este central es un atentado a la seguridad y un desafío a la fuerza de la naturaleza.


Las centrales nucleares deben ser el presente de la producción de energía eléctrica en el mundo, pero con seguridad. En una isla con dos costas, separadas por no más de 200km, con un mar tranquilo y otro peligroso, ¿no es lógico en cuál situarlas? Ya hemos visto que pueden resistir terremotos, ahora sólo hay que evitar construirlas en puntos de posibles tsunamis.

Edificios resistentes a los terremotos

¿En qué se diferencia un edificio corriente a uno sismorresistente?

Aparentemente ambos son iguales, la diferencia está en estructura interna, basada en los siguientes principios:
Refuerzo de la cimentación con hormigón.
Refuerzo con estructuras auxiliares (soportes diagonales complementarios en las esquinas).
Refuerzo con elementos tensionados (tirantes diagonales complementarios en las esquinas).
Reducción del peso del forjado.
Incremente de apoyos verticales (columnas).
Refuerzo con madera contrachapada.
Sustitución de elementos verticales, travesaños y refuerzos

Cuentan, además, con un sistema amortiguador que consiste en una masa viscosa alrededor de los resortes de acero que aguantan el peso de la estructura con el fin de amortiguar los temblores.

Heraldo de Aragón (Edición papel, 12 de marzo de 2011).