jueves, 14 de octubre de 2010

Biocombustibles

Ante el inmininente agotamiento de los combustibles fósiles (especialmente el petróleo), no queda otra que buscar nuevos combustibles que aporten soluciones.
Los biocombustibles se presentan como una de las principales alternativas al consumo de petróleo. Liderados por el etanol y el biodiésel, en motores Otto y Diésel, respectivamente, suponen una alternativa real y rentable a otros combustibles.

El etanol se produce a través de la fermentación de materia orgánica como azúcar o almidón, lo que abre la puerta a su producción tomando como base residuos de la industria alimentaria.

Por su parte, el biodiésel, se suele producir mediante de aceite de cocina usado, pero es su producción a partir de basura la que puede causar una auténtica revolución en la fabricación de biodiésel. Ya que es un método barato y mata dos pájaros de un tiro al reutilizar desechos, se alza como principal método de producción.


Sin embargo, los biocombustibles traen consigo un problema social y ecológico. La crecida en la demanda de la producción de biocomustibles puede acarrear problemas como el encarecimiento de los alimentos o la deforestación con objeto de instalar cultivos.


¿Deben proliferar los biocombustibles? ¿Debemos arriesgar para ello la producción de alimentos y la conservación de nuestros bosques?

Aun siendo inminente el agotamiento de otras fuentes de energía, lo primero es lo primero, y al no ser tampoco una alternativa del todo limpia, los biocombustibles no deben llegar a imponerse como primera fuente de energía.

1 comentario: